El litio como material estratégico para la transición energética en Europa
El litio es el componente esencial de las baterías necesarias para la movilidad eléctrica, para todo tipo de dispositivos electrónicos y para los sistemas de almacenamiento energético que garantizarán un suministro constante de energía procedente de fuentes renovables.
Estas aplicaciones hacen del litio uno de los elementos más estratégicos de la economía global en los próximos años, al ser clave para la transición energética y los objetivos de reducción de emisiones de gases invernadero.
A pesar de contar con 14 proyectos de prospección de activos, la Unión Europea aún no ha comenzado una producción de litio estable, lo que genera una balanza comercial negativa no solo en la adquisición de litio, sino también en la compraventa de baterías. Por otro lado, la Comisión Europea se propone liderar tanto el mercado global de coches eléctricos como la transición energética, lo hace nuestra economía altamente dependiente de las importaciones de litio.
En este contexto, la Comisión Europea está tomando medidas para lograr una producción estable de mineral de litio y centralizar la manufactura de baterías en territorio europeo. Otra serie de medidas están dirigidas a garantizar que las baterías tanto fabricadas como importadas por la UE cumplan los más altos requisitos medioambientales, incluida la utilización de un litio procedente de técnicas de minería sostenibles y respetuosas con el medioambiente.
A este respecto, el pasado mes de diciembre el vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, advirtió que la Unión Europea prohibirá la comercialización de aquellas baterías que no cumplan con los más rigurosos estándares medioambientales en su fabricación. Esto incluye la condición de que el litio con el que se fabrican estas baterías deba provenir de una fuente respetuosa con el medioambiente y las comunidades locales.
Para lograr este ambicioso objetivo, el ejecutivo de la UE acaba de aprobar ayudas por valor de 3,200 millones de € en proyectos propios a desarrollar en territorio europeo. Šefčovič calcula que esta cantidad atraiga otros 5,000 millones de € en inversión privada. Solo Alemania tiene como objetivo inyectar más de 1,000 millones de € en diversos proyectos de baterías, siguiéndola de cerca Francia con una inversión de 960 millones de €.
Battery Alliance está definiendo los estándares ambientales para las baterías, de las que la UE podría obtener una cuota de mercado equivalente a 250 millones de € en 2025.
Esta futura lista de criterios medioambientales hará particular hincapié en la sostenibilidad de la extracción de litio en territorio europeo. En la actualidad existen hasta 10 proyectos mineros de litio que, de desarrollarse, podrían permitir a la UE pasar del 1 al 30% de la producción mundial de litio en 2030.